martes, 15 de noviembre de 2016

El Templo de Debod: símbolo de amistad y solidaridad

Unas pirámides y un viajeroToda guía sabe que el Templo de Debod constituye un símbolo indisoluble de la fraternidad entre los pueblos para protegerse de una buena causa. Un vínculo tan potente como la misma piedra utilizada para erigirlo. España y Egipto hermanaron sus naciones para evitar una inundación.

Nasser llegó a Egipto y, con sus pros y contras, devino en un líder carismático. Una obra importante para su legado pasó por ser la Gran Presa de Assuán. No osbtante, el proyecto incluía un peligro muy real: una inundación, provocada por el cambio del nivel del agua por la presa, podría asolar los antiguos templos Egipcios.

Para combatir esta situación, una coalición internacional intervino para conseguir preservar el valor ancestral que recubría el patrimonio egipcio. No solo por el significado actual que podría aportar al turismo egipcio, sino por el profundo significado que todas sus construcciones entrañaban.

Dicho y hecho: partes enteras de templos se desmontaron, pieza a pieza, y reubicadas en un sitio lejos de las aguas invasoras. Abú Simbel, el importantísimo templo, altar de faraones y dioses de antaño, siguió este proceso de protección. El Templo de Debod, asimismo, fue uno de los salvaguardados.

En la actualidad, el Templo de Debod ocupa una parcela al aire libre, cerca de la Plaza de España y del Parque del Oeste. Está a disposición del público. Digno tributo a un sitio que ha visto desfilar, a lo largo de sus más de 2200 años de antigüedad, a civilizaciones enteras.

Sobre el por qué de la construcción del Templo de Debod, hay que remontarse en la historia hasta el reinado de Meroe Adijalamani. Este líder dedicó el templo original a los dioses Amón e Isis. Posteriormente, la dinastía ptolemaica lo ampliaron y crearon diversas estancias alrededor de la capilla inicial.

Restauración de una escultura en EgiptoLa llegada del Imperio Romano significó, además de la última etapa de la otrora esplendorosa civilización del Nilo, el desarrollo y decorado final del edificio. Paradojas que nos deja la musa de la Historia.

Egipto obsequió a España con el templo con motivo de la labor desarrollada para preservar su patrimonio. Así, de la misma manera que había sido desmontado, se trasladó y se colocó, ladrillo a ladrillo, en el sitio en el que reposa hoy.

El Templo de Debod fue visitado por primera vez por sus vecinos el 20 de julio de 1972. Lógicamente, no gozaba de todo el esplendor de cuando fuera construido: dejando a un lado su extrema antigüedad, no se contaba con planos 100% precisos acertados y algunas piedras se extraviaron por el camino.

También es cierto que el templo no contó con todo el cuidado que requería al principio pero a día de hoy se está realizando un esfuerzo extra en preservarlo. A él y al conjunto que integra el denominado Parque de la Montaña.

Ya hace más de cuarenta años del arribo del Templo de Debod. Y eso que no siempre le ha sido fácil resistir a la Ciudad. Factores como su dura climatología, junto a la creciente contaminación ambiental y acústica de la ciudad son elementos de desgaste. No se preocupen, no obstante: promete resistir.

Desde su posición en el Parque del Cuartel de la Montaña, el templo continúa desafiando al tiempo. Es importante destacar que, al momento de ser llevado a la capital española, ya se encontraba en estado de deterioro. El compromiso español ayudó a restaurar una pieza de arte religioso que llegó a sufrir de manera regular inundaciones a lo largo de 50 años.